Carta abierta a Luciano Bráncoli
Señor Bráncoli:
Usted no me conoce, dudo que quisiera conocerme. Pero algo de usted llama mi atención poderosamente. Mediante de sus desafortunados intentos de hablar y emitir opiniones, me he dado cuenta de lo pobre de sus argumentos a la hora de “opinar”, en cuanto a estilo, moda y vestidos se refiere. Y eso que usted -se supone- es diseñador de vestuario.
Todos sabemos que la moda y las tendencias van cambiando con los años. Unas vuelven, otras se renuevan, otras -para bien o mal- se quedan fuera por siempre. Sin embargo hay algo en usted que he visto durante los últimos años, que prácticamente no ha cambiado: su deseo de delgadez extrema y hasta agresiva, en cuanto a visión y a la forma en que lo exige como característica de belleza. Sí, lo exige.
Todos sabemos que el mundo de la moda es cuático, sobre todo para las pobres modelos, que a diario se ven expuestas a los ojos de tipos como usted que las critican y para peor, las califican de gordas. GORDAS. LAS MODELOS. Probablemente para usted no es nada, pero más adelante le explicaré el daño que puede causar haciendo hincapié en este “defecto”.
Sí, esto pasó durante la semana pasada, mientras se grababa el programa “Proyecto Miss Chile” de Canal 13. No veo el programa, pero por casualidad me topé con él ayer. Fuera de todo lo paupérrima que pueda ser la producción, los argumentos entregados para evaluar a las chicas son francamente una rareza. Más aún cuando Renata Barchiesi, una de las que más salva en el programa, fue tratada de gorda.
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(Publimetro) |
Que te digan gorda no es un insulto. Es una cualidad, una característica que una persona puede tener. Pero de ahí a que una participante de este concurso -que ojo, pasaron por pruebas y eliminaciones previas que dejarían fuera a todas las “gordas” poco dignas de ser Miss Chile-, sea tratada como lo hizo usted, puede provocar un daño incurable en el tiempo. ¿Sabe cuántas mujeres sufren de anorexia día a día debido a dichos despectivos como el suyo? ¿Sabe cuántas mujeres atentan contra su vida todos los días porque no se ven “delgadas? ¿Se imagina cuántas mujeres luchan toda su vida contra los kilos pensando que están gordas, cuando no es así?
La aceptación de las personas tal y como son es un proceso que debe ser apoyado de partida por figuras públicas como usted. Figuras públicas que cultivan la belleza, pero con dichos como este crean inseguridad y desconfianza en la propia persona, que por estándares irreales creen que son horrbiles.
Un acto puro de misoginia y desprecio hacia la figura femenina. Algo que usted siempre ha recalcado a través de la cualidad de la gordura. Porque a usted en general, no le gustan las mujeres, sólo le gustan los vestidos.
La primera en ser públicamente lapidada por su intento de insulto fue la “Tía Sonia”, una señora de edad, que ha sido madre, y que le guste a usted o no, es un referente del estilo y la moda para sus pares, aunque caiga mucho en lo kitsch. He compartido con ella y claro que la tele engorda, pero es regia, tal y como está y ella lo sabe.
¿Qué le queda a esta participante, que más encima hace dieta para verse AÚN MÁS DELGADA?
Piénselo, señor Bráncoli. Quizás el cuerpo de las mujeres chilenas -como esta concursante- no son del estándar al que usted quiere vestir. Los genes no engañan porque acá, somos todos kiltros.
La solución para que el cierre de ese vestido subiera, era una prenda de talla más grande. No que esa modelo fuera aún más flaca, o que tuviera proporciones que no va a encontrar fácilmente en sudamérica.