Estás más gorda
Llevo 15 años consciente de mi gordura. Llevo 15 años peleando con este abdomen. Llevo 15 años encontrando las maneras de quererme, de demostrar que soy más que todo el sobrepeso que tengo. Y aún así me recuerdan todos los días con pesar que estoy más gorda.
Qué lata ir al doc. Qué lata que las 5 personas que pasan por el box te miren con lástima, que te adviertan que morirás en cualquier momento, y que vas a morir por gorda. Porque ya tienes diabetes, porque tienes problemas al corazón. Tienen los exámenes en la frente y estoy sana, pero estoy gorda. Estoy más gorda.
Me da miedo sacarme la ropa. Estoy sola y estoy consciente de que he cambiado. Me miro y digo que no importa, que estoy igual de rica que cuando podía ir al gym todos los días. Me acuerdo de hace dos noches, cuando al sacarme la ropa, ella me dijo que quería besarme toda la piel. Pero me da miedo que se dé cuenta que estoy más gorda.
Y no quiero pensar haberle mostrado interés a él fue un error, porque de pronto cambió y puede que haya sido porque estoy más gorda. O tal vez ya no se le hacía interesante, porque ya me vio, y dijo ‘meh’, y no me quiso más. Aunque esa mañana quise salir corriendo y me retuvo, pero pienso “ahora estoy más gorda, por eso ya no le gusté; por eso no me llamó más”.
Estás más gorda, me han dicho, como si yo no lo supiera. Como si no me asustara estar con alguien que es de un tercio de mi tamaño. Porque así me siento, gigante, como baobab, queriendo esconderme. Porque no es como que no esté consciente, y hasta ahora no me molestaba, pero tú me dices que estoy más gorda. Más. MÁS.
Me hablé a mí y supe una cosa: no dejo de querer, de quererme; de sentir y de sentirme, pero créeme que sé que estoy más gorda. Y eso no cambia nada. Sigo siendo la misma, sigo queriendo, sigo sintiendo y ese es el problema, que siento que no me quiero cuando en verdad sí lo hago, pero porfa, deja de decirme que estoy más gorda, que es como si no hubiera visto mi reflejo esta mañana, o la punta de mis pies mientras me duchaba, o la curva de mi espalda en la ventana, porque yo sé que estoy más gorda.
Y que me lo digas es poner una expectativa. Es esperar a que ya no esté más gorda, sino sólo gorda, y que vuelva a lo de siempre, cuando en verdad quienes esperan que esté menos gorda son sólo ustedes.
Como que exploté. No quiero sonar como que me estoy excusando, pero el estallido social me dejó más ansiosa que nunca. Confirma si tú también subiste de peso (y aún no logras bajarlo).
P.d. ah sí, VUELVE EL BLOG. No lo voy a dejar morir. No de nuevo :*