¿Problemas para comenzar a tener un clóset formal?
¿Sales al mundo laboral y no tienes idea de cómo comenzar a armar un clóset de ropa formal? ¡No es problema! En NSF hemos creado una pequeña guía para que llenes tu armario de prendas que poco a poco podrás ir mezclando para lograr looks geniales en el trabajo.
Sabemos que el dinero es un aspecto importante, así que los consejos que verás a continuación están pensados para que poco a poco vayas armando un guardarropa bonito.
Lo primero es tener algunas “prendas base“, de tonos más bien planos y cortes “universales”. Las pencil skirt, pantalones rectos de tela más liviana y zapatos en tonos nude, negro y café son los primeros de la lista.
Ya ok, yo igual las encuentro fomes así solas, pero no voy a dejar que se vean aburridas de buenas a primeras… Así que el detalle irá en los accesorios! Mira cómo podrían quedar si le pones un poco de colores…
Con bolsos de colores fuertes y collares sólidos, grandes y atrevidos harás que la combinación de las prendas de arriba no se vea aburrida y plana. Y así, das un toque más de glamour al outfit completo.
Primera etapa lista! Ya tienes la base de tu clóset formal, así que es hora de atreverse con prendas de cortes más complejos y colores más fuertes (no nos vamos a quedar en lo aburrido, ¿o sí?).
El siguiente paso es salir de la zona de seguridad. Atrévete con tonos rojos (hasta en los zapatos), o algo más sobrio, como el café o el menta. Agrega un par de sandalias floreadas, o zapatos de dos colores.
Debes poner atención que ahora el panorama cambió: los protagonistas no son los accesorios, sino que la ropa misma, así que no debes recargarlos. Opta por tonos neutros y contrastantes para los bolsos y joyas.
Cuando ya encuentres cuál es la tendencia o estilo que más te gusta para la formalidad, es la señal: hora de los vestidos y chaquetas:
Ten en cuenta que tanto los vestidos como los blazers deben seguir la misma línea de colores que la ropa que ya tenías anteriormente. Con unos 4 colores basta, y luego de que ya hayas finalizado este paso, puedes integrar prendas de tonos distintos a las que ya tienes, para variar un poco con el clóset.
Asegúrate que los vestidos tengan una caída apropiada, y no sean más cortos que arriba de la rodilla (recuerda que hablamos de formalidad). No queremos que llegues a la oficina luciendo una mini perfecta para salir a bailar.